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Es cosa común decir que una final está «muy pareja» y, sobre esa base, se orientan las predicciones (odiosas por demás), en relación a los eventuales ganadores de una contienda corta como la final de la LVBP.
Los Cardenales de Lara, líderes del Round Robin, se hicieron de los servicios del estelar relevista Francisco «Kid» Rodríguez. Sin duda una apetecible y efectiva pieza de cierre para los crepusculares. La salida de Scott Patterson estaba casi anunciada después de su irregular desempeño en la semifinal y ninguno mejor que el cerrojo de Anaheim para sustituirlo.
Esa fue la única modificación de los pájaros rojos. A su juicio, la química de la que dispone el club, es suficiente como para no erradicar de su roster a otros jugadores, aun con la factibilidad de incluir al careta de Caribes de Anzoátegui, Eliezer Alfonzo y su espectacular temporada.
De los refuerzos adquiridos con miras a la segunda fase del torneo, Marco Scutaro se convirtió en intocable y los larenses Guillermo Rodríguez y Tomás Pérez dieron tanto de si, que sería hasta cierto punto injusto desprenderse de sus servicios.
De esa forma, a los Cardenales solo les bastaría (en teoría) llegar con ventaja al séptimo para que su opción de triunfo fuese porcentualmente inmensa. Contar con los brazos del zurdo César Jiménez y los derechos Juan Rincón y el nuevo miembro de la plantilla, Francisco Rodríguez, será un verdadero lujo.
Las aperturas lucen bastante con Andrew Lorraine, Rich Dorman, Giovanni Carrara y Geremi González. Todos fajadores y con historial de larga permanencia por cada participación, justo lo que amerita la escuadra para llegar al último tercio con ventaja o con el cotejo cerca.
Dependerán, igualmente, de la capacidad productiva de sus artilleros. Para eso tienen a Luis Ugueto, Marco Scutaro, Robert Pérez, José Celestino López, Wiklenman González, Guillermo Rodríguez, César Iztúris, Adam Jones y Tomás Pérez. Un destacado grupo de jugadores que combinan experiencia y juventud para jugar a la pelota.
Con esto saltará al diamante el piloto Luis Sojo y su inspiración e instinto ganador en el juego.
Los Tigres…
Por su parte, tienen con lo suyo.
Apuntalados por el más exitoso de los estrategas en los últimos años en la historia de nuestro rentado, Buddy Bailey, los bengalíes apuntaron a los derechos Jesús Silva y Juan Carlos Gutiérrez en sus filas para la gra final… otra para los de Maracay.
Con las adiciones, se fortalece el cuerpo de lanzadores que ya cuenta con Corey Bailey, José Santiago, Rosman García y el zurdo Horacio Estrada.
Kevin Tolar, Jason Karnuth y Francisco Buttó para el cierre no dejan de ser garantía para la escuadra rayada.
La ofensiva luce pareja con hombres de la talla de Miguel Cabrera, Edgardo Alfonzo, Alberto Callaspo, Luis Rodríguez, Ronny Cedeño y Martín Prado, por lo que será mucho el trabajo a desempeñar por parte de los lanzadores crepusculares.
En resumen…
Como en la mayoría de las series finales, no existe un claro y amplio favorito. No obstante, el factor pitcheo tiende a definir las rondas cortas y este parece caminar de la mano de los Cardenales de Lara.
Sin embargo, el punto más resaltante de plantilla alguna de cara a un evento como este, no es susceptible de medición estadística: la química y la inspiración en los momentos de apremio. Este apartado pudiera obrar a favor de los Tigres de Aragua, expertos en finales y con un oficio impresionante en el arte de superar marcadores adversos en las postrimerías de cada choque.
Todo comienza mañana y ya veremos que pasa.
Falta mucho amigos… pero falta menos.
Sequera Beisbol 
Pero a de entender que siempre habrá ganadores.